domingo, 7 de noviembre de 2021

La Dación

Retomando, 5 años y una pandemia después...

Una vez, me preparaba para ir a donar sangre para una amiga y mi mamá me preguntó "Por qué vas a ir a donar sangre? Si puede ir cualquiera?"
Y mientras me preguntaba, pensaba para a dentro, pero esta mujer está loca? Cómo NO voy a donar sangre? No cabía en mi mente otra posibilidad.... Yo daba por sentado que todo el mundo pensaba así, y que mi madre lo haría por su amiga también. Pero no, ella con sus palabras me explicó que no cualquiera lo haría, quizás ni ella. Y cuánto chocó esa realidad!

Te pasó alguna vez que dijiste, voy a vender ese producto que somos re fan con mis amigas, para ayudarnos y hasta poder hacer descuentos...
Y cuando arrancás no quieren nada? O capaz alguna que otra vez te compran pero quizás hasta consiguen a otra persona a quien comprar? 

Cuando pensás en hacer algo lindo por un ser querido y ponés tu energía y tiempo, y ves un resultado en su rostro que no era el que imaginabas.

Mismo cuando las personas te recuerdan "te acordas que boluda fuiste cuando le diste toooooodo eso?". Y me sonrío, pero por dentro pienso... Cómo te explico? Di "tooooodo eso" con tanto amor, que a pesar que me llevé el cartel de boluda, lo hice convencida, entera, con todo mi ser y mi amor.

O cuando querés ayudar a un familiar con su cuenta de Instagram para que crezcan sus seguidores, y le termina dando "like" un montón de gente, pero los que considerabas más importantes, esos a los que vos no dudarías ayudar ni un solo segundo con lo que sea.... no están ahí.

Todo eso solía generarme una especie de retorcimiento estomacal, creo que se llama bronca.
No entendía... ¿Cómo? ¿Por qué? Si yo no lo dudaría por vos...

Me costó mucho tiempo (a veces cuesta todavía) entender 3 grandes cosas:

1) Siempre demostré incondicionalidad en mis lazos de forma muy natural, como si fuese ese mi rol en este mundo. Lista para juntadas, lista para salir, lista para correr hacia donde alguien me necesitaba, pero siempre en base a la agenda de otros. El "no puedo" no era viable, no era aceptable. El "no" podría significar el fin (?).
Hasta en la muerte de un propio familiar, dejar de lado tu tristeza porque otro la está pasando muy mal.
Y si conocen a luchinumer o a Nick Viall, o si entienden de las dinámicas sociales, esa incondicionalidad no "garpa" y hasta "ahuyenta", resumiendolo muy bruscamente.

¿Qué habría pasado a lo largo de mi vida para pensar que un "no" era similar a una muerte?

2) El grave error de dar, y dar, y dar, pensando que eso iba a hacer feliz a alguien y de paso a mi también. Dar, esperando un resultado.

Qué egoísta de mi parte dar y esperar resultados. De quién? Por qué? Quién carajo me lo pidió? Y si no los tengo, me convierto en víctima?

3) Lo que "soy" y lo que "haría" por las personas que amo, jamás se va a replicar en otro. Simplemente porque soy única, y el otro también lo es.

Estas variables, son acaso injustas? Podría ser, pero no importa mucho si lo son o no.
De a poco sigo encontrando la maravilla de amigarme con mi forma de ser, esa que solo me garpa a mi, esa que en vez de ahuyentar me acerca, y esa que es única.

Dar pasó a ser, dar porque me encanta, dar porque me pone contenta, dar porque lo que recibo a cambio es mi felicidad. 💜