Se torna extrañamente raro, el haber un día logrado matar a una persona, matar un amor, y después ante un resurgimiento inesperado... Florece todo eso que un día creímos muerto.
Es duro hablar de la muerte, pero creo que es eso lo que hacemos, no?
Cuando no queda más amor... matamos al ser amado. Lo ponemos en uno de esos lugares al cual siempre podremos recurrir para recordarlo, pero el corazón ( si quiere sobrevivir) tiene que matarlo.
Es duro hablar de la muerte, pero creo que es eso lo que hacemos, no?
Cuando no queda más amor... matamos al ser amado. Lo ponemos en uno de esos lugares al cual siempre podremos recurrir para recordarlo, pero el corazón ( si quiere sobrevivir) tiene que matarlo.
La diferencia con la verdadera muerte es justamente el dolor, que nos provoca sacrificar al ser querido, y que no es que no podamos verlo más porque cumplió su ciclo de vida, sino porque simplemente no quiso volver a vernos, o viceversa.
Creo que eso es lo devastante... matar. De a poquito el corazón se vuelve más duro, más frío. Si, supongo como el de un asesino.
Yo estoy un poquito cansada de matar, me pone débil, me frustra. Me gustaría alguna vez morirme de amor, en vez de andar matando amores que no pudieron ser.
Tengo miedo de tener mi cabeza en el lugar incorrecto, mi corazón siempre fue débil, sensible y muy importantemente ilusionable, cuando probablemente no había por qué ilusionarse.
Me cuesta no amar a las personas que amé, me cuesta dejar ir. Y me cuesta amarme, respetarme y amar mi soledad.
Por qué será?