Pero ésta vez se atrevía a tatuarme algo en la piel... en el pecho, más precisamente.
Cuando encuentro un espejo, miro el tatuaje (al revés) y me despierto.
Creo que luché para despertarme porque todo había sido tan real y tan claro... que quería que no se me olvide.
Asique a las 6 am me puse a tratar de reproducir lo que había visto en ese espejo, al revés:
Pero cómo puede ser que todo mi ser le pertenezca? Incluso el que no controlo?
Chau.
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