Blanqueo, no me hallo.
No sé lo que quiero, o quizás sé que quiero algo, pero no muy segura de lo que es... Entonces busco guía, opiniones, y recibo de todo tipo: de apoyo, de aliento, que me duelen, que me dan bronca, que me ponen contenta, que me embalan...
Y termino siempre preguntándome, por qué será que me cuesta tanto tomar decisiones? o peor aún, por qué será que las palabras, u opiniones de la gente que quiero, de la gente que me importa, hagan condicionar mis ideas de tal manera, que termino perdida, confundida, insegura. Y hace que pierda el motor original, aquello que hizo surgir esa nueva idea, o esa nueva necesidad.
Que haga que todo me cueste el doble... por qué será que me ahogo tanto en mi propio vaso de agua?
Termino dudando, indecisa.
Me lleno de nuevos miedos, agregados a los que ya tengo.
Y sé que eso no me permite al final dar ningún paso.
Y me lo pregunto, y mi Karina-psicóloga tiene la respuesta exacta:
No querés y no sabés estar sola.
Estar sola, acompañada de vos, tomar decisiones propias, salir adelante, tomando las opiniones y consejos de quienes te quieren, pero respetando lo que te dice tu propio ser.
Cuando escuches y respetes tu interior, sólo vos y tu seguridad son las que te darán esa felicidad que tanto buscás.
Y ahí es cuando me digo, que hubiera sido una excelente psicóloga(?), pero todavía no encuentro la manera de encontrarme...
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